viernes, 16 de octubre de 2015

Bullying 3.0

Para quienes tenemos hijos, ha sido llamativo el tratamiento que ahora le dan los colegios al tema del bullying o acoso escolar. Hay comités de seguimiento, charlas para orientar a los padres, programas de sensibilización para los alumnos y, para cuando la prevención no ha resultado, hay procesos disciplinarios y sancionatorios que parecen orientados por la Procuraduría General de la Nación.
Pero, el acoso escolar no es nuevo. El tema del abuso del más fuerte es un tema biológico, que debe haberse expresado desde que los primeros animales vivieron en grupos. Es parte de la naturaleza animal que en toda manada debe haber un líder y unos seguidores. Y los seres humanos, como animales que somos, no nos escapamos de esa necesidad. Lo que ha hecho nuestro proceso racional es ponerle límites a ese liderazgo y orientarlo a una función utilitaria y constructiva, aunque también muchas veces le ha dado herramientas al más fuerte para abusar de su poder en beneficio propio.
Pero, volviendo al tema, el bullying ha existido desde siempre. No sería fácil asegurarlo entre los alumnos de Sócrates, pero según Jenofonte (Memorables o Los recuerdos de Sócrates, II, 1) Sócrates parece estar convencido de que no hay una línea media entre el dominio y la sumisión, entre gobernar y ser gobernado. Leo Strauss (Xenophon's Socrates) lapida contundentemente con este comentario: “Viviendo entre seres humanos uno debe o gobernar o ser gobernado a la fuerza o por sujeción voluntaria, pero es el más fuerte el que decide cómo utilizar a los débiles. Es decir, si uno no está dispuesto a hacer de martillo, debe estar dispuesto a hacer de yunque; la vida humana es necesariamente política. Esto se aplica tanto a sociedades como a individuos; entre los individuos también el viril (manly) y fuerte explota al acobardado y al débil”.(1)
Yo he escuchado historias sobre los abusadores de colegio de boca de mi abuelo y de mi padre. Y yo viví en mi época escolar situaciones de abuso como víctima, como victimario y como testigo. Adicionalmente, gracias a las campañas mediáticas hemos visto que el acoso escolar es universal: Lo viven en los países asiáticos, Europa y Oceanía, además de nosotros. Y si bien nos preocupa mucho el acoso infantil, básicamente porque la falta de madurez emocional hace más violento al acosador y más vulnerable a la víctima, evidentemente el bullying se ve en la universidad, en el trabajo y en los círculos sociales. Lo que pasa es que entre los adultos, además de que la madurez permite enfrentarlo mejor en algunos casos, también hay mayor conciencia en los testigos que no solamente dejan de apoyar al acosador, sino que con más frecuencia suelen ponerse del lado del acosado.
Pero, ¿por qué nos preocupa tanto el bullying hoy en día? Básicamente, porque con el uso de las nuevas tecnologías el acoso se ha vuelto un fenómeno de una inusitada violencia psicológica.
Internet rompió el esquema del espacio y del tiempo. Ahora los mensajes son omnipresentes, viajan a la velocidad de la luz, pueden transmitirse a destinatarios cuyo número crece de forma exponencial (recuerden la escena de la película "The social network" sobre el nacimiento de Facebook) y pueden ir acompañados de ayudas audiovisuales que los pueden hacer más recalcitrantes.
En el pasado, un niño que era acosado en el colegio sabía que la campana de la tarde marcaba el inicio de una tregua y le permitía refugiarse en la seguridad de su hogar. Hoy en día la agresión lo persigue en todo momento y lugar, y gracias a las redes puede ver y medir como la burla crece, se expande, es comentada por todos. El uso de las redes sociales ha magnificado el poder del acoso a unas dimensiones que un espíritu en formación difícilmente puede soportar.
Este acoso que utiliza las redes sociales, que se apoya en el efecto multiplicador y resonante del internet, que aprovecha las capacidades multimedia de las nuevas tecnologías, es lo que podemos llamar Bullying 3.0.
Las universidades y los centros de pensamiento en administración, marketing o TI se han dedicado a establecer los lineamientos de desarrollo para el Internet 3.0 y el Marketing 3.0. Pero es urgente que los centros de estudio social profundicen en analizar el impacto de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria como personas. Análisis y propuestas como la de "Ética de Urgencia" de Fernando Savater son necesarias y su lectura debería ser casi que obligatoria, ya que nos orienta sobre la forma en que deben utilizarse las redes para construir y no para destruir, entre otros temas. 
Necesitamos guías éticas para el manejo de las herramientas que están cambiando nuestras vidas de una forma profunda; manuales de convivencia que nos orientes sobre la forma de hacer más productivas esas redes de información y relacionamiento. El Bullying 3.0 necesita un enfoque nuevo y diferente para fortalecer a nuestros hijos y evitar que el acoso los lleve a situaciones de riesgo.
(1) Citado por El café de Ocata.




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